martes, 8 de febrero de 2011

Katrina Cajún Gumbo




Agredientes
    3 dientes de ajo picado
    2 handful de apio picado
    1 cebolla y media picada
    1 lata de tomate triturado
    1 taza de harina
    1 handful de grasa (valdrá manteca, mantequilla o aceite de oliva)
    Alcohol: 2 tazas de vino blanco o tinto o una 1 lata de guinness (a elección)
    1 plato de gambas frejcas (enteras, con la cabeza y todo)
    Un puñado de salchichas ahumadas. Tantas como dedos tengas en una mano
    3 pimientos verdes picados
    Salsa worcestershire (salsa Perrins)
    Tabasco
    Tres pizcas de sal generosas
    1 Botella de vino de 7 pavos para arriba (para beber durante el guiso)
    1 chupito de bourbon

Mezcla de especias Voodoo Powdertm
    1 cucharada de granos de mostaza
    1 cucharada de tomillo
    1 cucharada de pimienta negra
    1 cucharada de pimentón picante de la vera (o pimentón ahumado)
    1 cucharada de pimienta de cayena
    1 cuchara de alcaravea o ½ de comino
    1 cucharada de oregano
    1 cucharada de sal
    1 cucharada de azucar
    1 cucharada de perejil
    1 cucharada de sal de ajo

Música
   Born on the bayou - The Creedence.
   BSO de Deliverance o de Southern Comfort
   De no disponer de estos discos y temas, hay una variedad de Tom Waits que puede valer, aunque le dará al guiso un sabor más a bourbon y a sin techo.

Como bien dice Nanny Ogg en su libro de cocina: “Gumbo is one of those dishes, like stew, where it’s ridiculous to have a recipe. You just make it. And you prob’ly make gumbo of a sort by simply dredging a swamp and boilin’ up everything that tries to climb out of the net”
Y eso es justo lo que vamos a hacer. Arrojar movidas a la olla y dejarlas cocer durante un rato muy largo. Pero con una diferencia: La Roux.
La Roux es la salsa que se hace para las croquetas, pero en vez de croquetas se hace  la Roux. Consiste en poner una capa generosa de aceite/grasa de algún animal muerto en una olla e ir echándole harina poco a poco sin dejar de remover hasta que aquello adquiera la consistencia y el color de chocolate a la taza. Sí, se puede hacer, es curioso, pero se hace. Las fuentes lo citan como Napalm cajún. Supongo que tal invento debe ser obra de un francés emigrado de haití, por lo bizarro. En fin, cuando la grasuza esté derretida habrás de bajar el fuego hasta un tercio del total y empezar a echar la harina poco a poco y sin dejar de remover.


Roux, con aspecto de chocolate. Cojonudo. Aquí Scott (hablo como si lo conociera) se marca una variante de gumbo muy apetitosa. A este tío hay que seguirle pese a su carencia de barba, pues hace unos platacos de impresión.

Rolling, rolling, rolling in the rouver. Nunca dejes de remover. Si lo haces la roux se quemará y es un gran error digno de salir en failblog. Tras 20-30 minutos (depende del fuego y la cantidad de aceite) de remover el stuff hasta que quede con la apariencia de chocolate a la taza, se echa la santa trinidad de la cocina cajún: cebolla, el apio y el pimiento y, acto seguido, el ajo picado.  Entonces aquello se encogerá como una babosa a la que se le acercase una cerilla y se convertirá en algo terroso con un olor muy similar al café. Si huele a café, lo estás haciendo bien, no te preocupes porque se queme, la preocupación es un vestigio del miedo primigenio debilitado por años de apaciguamiento en las ciudades. Es algo a erradicar.
Tras cinco minutos de darle vueltas a esa mezcla arenosa, como gravilla mezclada con la sangre de un sacrificio humano, echas el sopazo de las cabezas de las gambas en el guiso. Esto es lo malo de mis recetas, que en muchas ocasiones se escriben sobre la marcha y a veces sobre vapores etílicos, así que no te había avisado de que había  que hacer sopa con la cabeza de las gambas... mea culpa. Echas el sopazo y aquello irá generando una consistencia especialmente cojonuda durante media hora. Te darán ganas de frotártelo contra los genitales. No lo hagas, pues está muy caliente y deja unas cicatrices horribles.
Para entonces las salchichas (¿tampoco te había comentado lo de ir friendo salchichas? Desde luego...) deberán estar pasadas por la sartén, sólo una vueltecita. Arrójalas con desprecio, esto le enseñará quién manda. Sigue dándole unas vueltas, ahora echa el combo de especias cajún Voodoo Powder, dos cucharadas de té (no realmente de té, es una medida. Los anglos lo llaman teaspoons cuando en realidad son cucharillas de café, pero sin café).  Hay quien las pone en una bolsita hecha de gasa para evitar luego las urticantes partículas en el guiso, pero yo las prefiero ahí. Sigue dándole unas vueltas, calmadamente, si llegado este momento vas borracho, lo estás haciendo bien, si no, todavía puedes solucionar el guiso bebiendo más.

Aquí vemos a Justin Wilson, el Arguiñano de Lousiana, en paz descanse. Un cachondo si consigues pillar algo tras su acentazo atroz. En este link Justin se marca un gumbazo, que me da la impresión que debe estar horrible de tomar, pero que sin duda es entrañable y muy divertido de ver.  "I garonteee"

Habrá transcurrido el disco entero de Birth of the swerve, de The Atomic Fireballs, desde el momento en el que echaste las salchichas a la sopa. Los artificios narrativos nos permiten condensar las 2 horas que quedan de guiso en este triste parrafito, ¿magia?, puede. Ahora, echa el vino o el alcohol que consideres y el chupito de bourbon, que sean dos, y uno más para ti. Ahora echa las gambas peladas, lo que queda tras haberlas decapitado. Media hora más y podrás dejar reposar el guiso hasta mañana.
Al día siguiente en Mêleé Island... “Ahora haz un arroz blanco largo, planta un lecho en el fondo del plato y riégalo con el guiso”. Sírvase con  la música del Monkey Island. Te vas a cagar de lo rico que está... y tan negro que jurarías que ayer fue San Patricio. I garonteeee.


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