Para bien o para mal esto está cambiando, no la proporción de tías buenas y cocineros en San Sebastián, y lo que antes era exclusivo ahora está en boca de todos como el señor de los anillos. Este pequeño restaurante con aspecto de franquicia tiene unos pintxacos muy elegantes y a muy buen precio. Las cervezas las sirven en una copa casi esférica que parece un vial y el grifo es de espuma líquida. El servicio es amable y el local, a pesar de ostentar un aspecto chill out, no llega dar el evocador asco que genera la palabra chill out, se mantiene en un límite tolerable y hasta agradable a la vista. La carta es corta, pero no queda escasa. Cada plato es una cazuelita, bocadillito, vasito, etceterita, pero de suprema fetencia.
Yo crecí en los 80º y sobreviví
- Descripción: informal, chill out, detallista, minimalista y vidrioso.
- Estilo: alta cocina en miniatura.
- Obligación: patatas bravas.
- Recomendaciones: los postres, el crumble de manzana por ejemplo.
- Precio: 25 pavos per capita.
- Localización: calle mirallos, 4 Las Tablas. Madrid.
- Comentarios: Siempre que vayas a un sitio de cocina creativa, hazte un favor y pide el plato con el nombre más común y sencillo. La deconstrucción hace milagros por unas bravillas castizas.